martes, 20 de diciembre de 2011

¿Quién puede volver atrás?

3654 días pasaron entre el primer acontecimiento político de mi vida a hoy.


Estación Bolivar del subte violeta -Nunca pude aprenderme las letras correspondientes, disculpen-, 19 de Diciembre del 2001.
Tenía 12 años, y decidieron enseñarme una lección de vida. Decidieron explicarme de la forma más brusca por qué día tras día veía a mamá llorar y contar monedas para viajar al laburo, por qué veía a mi hermano -no tan- mayor no comer para dejarme el plato a mí, decidieron que hace rato yo ya no era una nena.
Y entonces presencié eso, ese día nefasto para la historia de mi país. Llegué sólo a ver La Plaza de lejos, devastada, y por primera vez vi a esas señoras de pañuelo blanco resistiendo cascos de caballos con una fuerza que no pude ni puedo comprender.
Como decía, recuerdo esa estación, no desde un primer momento si no desde hace apenas 59 días... cuando subiendo por esa escalera mecánica vi la contracara de la moneda de esos dos días, fue un Domingo donde también había lágrimas pero con sonrisas y abrazos de victoria. Este pasado 23 de Octubre, entre bombos y banderas no pude más que llorar y pensar "No puedo creer que sólo pasaron 10 años".

En 10 años pasé de golpear cacerolas sin saber por qué, a odiarlas por -no hace tanto- haber simbolizado a otros con intereses lejos de lo popular.
Pasé de aceptar que desde el norte baja lo mejor, a comprender sólo roban lo mejor de otros.
Me di cuenta que prender fuego en las esquinas del barrio en símbolo de lucha contra "los de la villa" para que "no ocupen el barrio" no era la forma, que pegarnos entre nosotros no sirve.
Pasé de no conocer a esas señoras, a estudiar orgullosamente en su hermosa Universidad.

Creo que todos tenemos esa especie de cuadro comparativo personal, sin caer en cifras, era eso lo que tenía ganas de sacarme del pecho. No puedo más que tener la absurda y demandante esperanza de que en 10 años, esté igual de orgullosa del progreso de la década.


Aquello fue un gran punto de partida, pero a la vez que fácil se te olvida.
Diez años después, ¿quién puede volver atrás?